"Broder, ojalá nomás que no nos cambies por ella". Típica frase que te dice un pata cuando estás con una flaca. Tal vez lo que deberían decir en realidad sería algo como: "Vas a ver huevón, cuando este con una flaca te cambio en una"
Ironías de la amistad, creo yo. Muchas veces el cinismo toma partido entre los amigos (verdaderos) ya que sentirse "cambiado" por una chica logra convertirse, en ocasiones, frustrante. Lo peor es cuando la tortilla se invierte, y tú -por esas casualidades de la vida- terminas con la chica con la que estuviste, y justo tu pata se engancha con otra. Que loco, sucede muy a menudo. Peor aún, si tus mejores patas tienen enamorada, estás frito pescadito. ¿Qué hacer? Consíguete otros nomás, porque los que en su momento te dijeron -y reclamaron- por tu presencia, hoy se olvidaron del pasado.
Pero es lógico, no es un acto de venganza, simplemente debemos reconocer que, cuando llega, llega pues. Por más que intenten -como tú- pretender que las cosas son como aquellos tiempos donde todos eran "solteros" y libres en busca de féminas salvajes (de las cuales -seguramente- hablarían el día siguiente regocijándose de su victoria, o lamentando su derrota), ya no es así. Cambió. Y jode (bastante).
En fin, es algo de lo que quería escribir hace tiempo. Espero que si algún día los mencionados "patas" lo leen, no me digan nada. Tan sólo cáguense de risa.
-Los quiero-
1 comentario:
brabazo! (Y) muy cierto ah!
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